La educabilidad […] es una condición antropológica a la vez que está condicionada por el contexto en el que se ubica la persona. Por ello, privar a determinados colectivos y/o personas de las condiciones necesarias para que se produzcan aprendizajes en la escuela es una forma de negarles sus propias proyecciones, negar el derecho mismo a sentirse personas. Los seres humanos somos continuos proyectos, puesto que somos seres conscientes inacabados […]. La educación consiste en este proceso de búsqueda; los argumentos deterministas son, por tanto, ataques directos a la educación y a los derechos humanos.
[Calderón y Habegger, Educación, hándicap e inclusión, 2012, p. 32]