Las personas con discapacidad tienen aún que cargar con todo el estigma generado desde el modelo médico por el que se han visto dominadas históricamente: la concepción de personas incompletas o enfermas, y que por tanto han de ser curadas, ha eclipsado cualquier perspectiva educativa. De ello se deriva que mientras unas personas se educan, otras han de invertir el tiempo en curarse porque su estar en el mundo es incorrecto.
Por eso se entiende que es necesario integrarlas, ya que tienen que aprender a vivir como establece la norma y asumir sus postulados. Así se utiliza la hidroterapia en lugar de la natación, la musicoterapia en vez de la educación musical, la arteterapia en el sitio de la educación artística. No se trata de negar la naturaleza terapéutica que tienen, por ejemplo las artes o el deporte, sino de señalar el estigma interesado que hemos generado los profesionales con respecto a éstas y otras actividades cuando se destinan a personas con discapacidad y no es hasta que ellas decidan, que se pueden generar nuevas construcciones más justas.
Texto: Ignacio Calderón Almendros
Fuente: Entrevista: «La discapacidad no es una realidad biológica»
Imagen: Montessori Canela
Composición: Montessori Canela