¿Normalizar?
Tendemos a hablar de normalización como lo deseable educativamente: hacer que la persona se adapte a la norma. A ese proceso lo hemos llamado normalizar. Este ha sido el principio que ha guiado buena parte de las políticas de integración. Sin embargo, si la norma es la que está excluyendo a la persona, ¿cómo puede ser decente hacer que se adapte a ella?
El trabajo educativo debe ser el inverso: el de cuestionar y transformar la norma.
Texto: Ignacio Calderón Almendros
Imagen: Inclúyeme en tu Mundo