El uso de determinadas técnicas que se califican de objetivas, las llamadas psicométricas, tests o calificaciones en forma numérica y porcentual de los resultados, descargan de responsabilidad al profesional que las utiliza y hacen ver que la «culpa» es solo y únicamente de la persona. Sin embargo, si la historia siguiera marcada por los resultados numéricos de este tipo de pruebas, determinados colectivos como mujeres, inmigrantes, negros, hispanos, pobres, etcétera, nunca hubieran tenido la posibilidad de salir de su situación de opresión, segregación e incluso esclavitud.
[Calderón y Habegger (2012). Educación, hándicap e inclusión. Una lucha familiar contra una escuela excluyente. Editorial Octaedro, Granada]